Despierta y abre los ojos

Hola les dejo por aquí un nuevo poema, no copies, no plagies, gracias 

Despierta y abre los ojos 

Despierto y abro los ojos, en la sequedad de la vida, donde solo los libros son mi mundo, la paz de sus letras me invaden, entonces sueño, con una ciudad de hadas y duendes. La magia de un verde bosque sombrío, cuento los peldaños, que me separan de las lecturas, más sorprendentes.  Un pasaje a la eternidad, donde el alma descansa. Sé que me llegará la muerte y mientras espero, en el camino, son muchos mis pensamientos. Compraré mi vuelo y no temeré, pues Dios me convertirá en rocío. Descansaré, de este temido mundo, iluminando el cielo y la tierra. 

No hay terquedad, en mis palabras, pues nada somos, venimos al mundo desnudos y nos vamos sin nada. 

Cuál sentido tiene la vida y como vivirla, si ya todo está escrito, del polvo venimos y en polvo nos convertimos. 

Muchos son los que ignoran a la muerte y creen que nunca les llegará, otros simplemente la desafían.

Muchos otros la encuentran sin querer, acuérdate de vivir que la vida es corta, vive como si no hubiera un mañana. 

Ríete de ti mismo y de tu existir, pues ya que existes libera tu inquietud. 

 La muerte no es el final, sino también la regeneración, si creemos en la resurrección. 

 El mundo se abre bajo nuestros pies, nos da y nos quita, cualquier posesión es mala, si ya no te quieren, déjalo ir. 

Si intentan hacerte cambiar niégate, solo tú eres tu dueño, se libre de pensamiento y mente. Quiérete, que nadie como tú lo hará y haz el bien y no el mal. El mundo no nos pertenece, no estás solo, no eres único y además, estamos de paso. 

Despierta y abre los ojos, no juzgues o serás juzgado, nadie se libra del pecado, quién esté libre, que tire la primera piedra. Escudete en el silencio y habla después,  asegúrate y abre las alas. La imaginación tiene un poder inigualable, por eso esta poesía lo  tiene.  Dadle, pues una moneda al barquero, para cuando me muera me acojan los dioses, pide una moneda, si no tienes, que cruzar al otro lado, algún día yo quiero. 

Jade Bueno Morales