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jueves, 14 de mayo de 2020

A la imagen Saturno Buttó Y mi noble caballero Don Diego





A la imagen Saturno Buttó Y mi noble caballero Don Diego by Jade.Bueno

A la imagen de Saturno Buttó y mi noble caballero.

 Don Diego 


Que aburridos minutos y que aburrida espera, mientras me perdía, entre esquinas de calles, total, para estar a tan solo, una fatiga de su lado. 

Mí noble caballero andante. Don Diego. 
Él con un grito, a poco espera dijo mi nombre, dulcemente. ¡Teresa! ¡Teresa!
¡Estoy aquí! ¡Aquí! Le dije.
Hacía que no lo veía, un mes. Locamente mire su pelo y me sentí, abatida, por el.

¿Pero, que te has hecho,

 en el pelo? Qué condena.

Él muy amable, miro hacia el sol y me contesto; el calor sofocante que hacía y lo trágico que fue cortarlo.

 Un

 discúlpame, salió de mis labios. 

¡Criatura fíjate, estas bellísima! Que ganas tenían, mis ojos de verte.

 Me abrió la entrada muy amablemente y me dijo:
Como he podido soportar tanta espera.

La gloria es común, contesto.
En verdad os lo digo, que fueron eternos, estos días que no os vi.
Cada día soñaba con tu rostro y tu fulgor de mejillas encendidas.
Con tu reposo en mi reposo. 
Las noches eran infiernos, sin saber de tu gloria.
¡Ay¡ señor Don Diego. Yo contemplaba las mañanas y aunque el sol, resplandecía, hacia mi corazón, el día 
 se me insinuaba, gris y sin aurora. 
Mi andante caballero. El cuerpo, se me perturbaba, el insomnio era tal, que engullía las noches con los días. 
Y en plena noche, al recordarte, me venía placenteramente.
Teniendo sueños, con vos.  Galante mío

!! !¡Oh!¡Teresa mi hermosa Teresa, guardaos de mí.

 No soy más, que un pecador yaciendo en vuestra alcoba.
¡Oh¡ mi señor, yo el alma, os doy, yo no me he de guardar de vos, si no entregarme, pues, os amo ¿cual es el pecado?
Nada habréis de temer. 
Hambrienta estoy de comer de vuestro cuerpo. 
Perdonarme pues, si recojo el manantial del vuestro.
Él recorrió mi cuerpo, con sus manos. 
Te perderé, me dijo:
Un día te perderé
Tu rico cuerpo, ya no poseeré y 
te irás, a tu rica fe, de bendiciones y  
 me dejaras aquí, yaciente, frio, muerto.

Le mire fijamente, ante los cuerpos que allí se amaban, agitados.
Entonces le dije: ¿y dejar de besar vuestros labios?¿ y dejar de amaros?
¿Y dejar de sentir, el forje de tu espada? mi amado. 

Don diego.

Mire su rostro, como se iluminaba, en aquella estancia de cuerpos amándose. 
Y fuimos uniéndonos, al cuadro de las sonrisas, del placer, de lo que allí, nos esperaba.
Escrito por la autora Jade B.M. Dedicado a Santa Teresa. Y mi noble caballero
Don Diego.
Fotografías y textos de Jade.Bueno

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Gracias por tus comentarios un abrazo muy grande Jade Bueno Morales