Mi bendita abuela tan buena y cariñosa tenía una muñeca de aquellas que se les daba cuerda y sonaba una melodía y a mí me recordaba a la mítica y entrañable canción, tengo una muñeca vestida de azul. Mi abuela era una súper mujer que no lloraba al pelar cebollas. Un día yo le pregunte ¿abuela y tu porque no lloras pelando cebollas? Y me contesto: _porque yo ya me he frotado la cabeza con la cascara de la cebolla. Un día siendo ya mayor, uno de sus hijos murió y mi bendita abuela se convirtió en la muñeca azul, fue un triste día, su cuerda dejo de funcionar Autora:Jade.Bueno
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Gracias por tus comentarios un abrazo muy grande Jade Bueno Morales