Mi padre se compro un seiscientos cuando trabajaba de sol a sol en la gasolinera.
Un día pasó por allí un feriante que iba a vender globos a la feria y mi padre muy salado, le dijo:
-Te inflo todos los globos a cambio de que me llenes el seiscientos, de globos para mis hijas. Este accedió hacerlo y le lleno de globos el seiscientos a mi padre.
Y al llegar a casa nos llamo: venir, venir hijas que tengo una sorpresa para vosotras. Mi padre abrió el capo y los globos salieron volando. Fue de lo más bonito ver todo ese surtido de colores volar por el cielo a lo lejos. Cuando llegamos hasta él y le preguntamos nos contesto:
-Hijas la sorpresa se acaba de ir volando.
AUTORA: JADE.BUENO
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Gracias por tus comentarios un abrazo muy grande Jade Bueno Morales