Poema Los muertos por Jade Bueno Morales
Bajo la lluvia no se ven las lagrimas ni el dolor, la muerte es un repiqueteo continuo, ya es imposible, contar los muertos.
El hambre llama a la vida, esos confusos niños ciegos piden limosna, cazando pájaros, con la mirada.
Las moscas se convierten en gusanos y la carne se pudre, como metáfora.
Un mar profundo escupe los muertos y el viento golpea, contra las ventanas, dejando un hedor a muerte.
Cenizas, cenizas todo se derrumba
Un tiró en la recámara hace volar los sexos del autor.
La naturaleza a hablado, en un idioma que no entendemos. Silencio, silencio, corramos hacia el silencio, donde no haya ni un primate.
El grajo vuela bajo, llegará el invierno y la pestilencia se irá igual que vino.
Corre, corre corramos, hacía un tupido velo blanco, que nada nos afecte, ni las bombas, en ruinas de cáñamo.
Ángel de la guarda que todo lo guardas, resguarda a los muertos y que nadie los olvidé. Nadie quiere hablar de está tristeza, huyendo como la peste están, en este raciocinio de masas.
Cúbrete los ojos, cúbrete
no veas el horror de la muerte.
Nadie puede cambiar el curso de la naturaleza, ahora todos somos verdugos.
La sombra de la muerte siempre está aquí, él Dios supremo siempre moviendo los hilos. El destino juega con nosotros, equilibrando la balanza.
Se disparan las muertes de violencia de género, se disparan las muertes en soledad y me preguntó cuando a mí me llegará. A mis 56 años, a veces, todo va cuesta arriba y cuesta abajo, cuesta mucho arrancar, mí alma está hecha pedazos.
Comienzo a despertar de esta pesadilla tan real. Los pájaros se van de sus jaulas, se pierden en la libertad, libertadores, defender vuestras causas, que vuestras voces sean escuchadas.
¿Quién librará esta batalla?
Los héroes siempre invisibles
Qué solos se encuentran los muertos
Jade Bueno Morales
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