La chica misteriosa
Estaba en la barra de un bar donde el local era poco más que pésimo. Las paredes de un color anaranjado, la luz de escasa intensidad. Pude ver al fondo de la barra un hombre, que a modo calculo, mediría 1,77cm y de músculos prominentes. Yo oía a la lejanía conversaciones, algunas típicas de amor. Observaba a las camareras nadar, entre cocteles y margaritas. Cuando de pronto salió a bailar una chica exuberante y de contoneados pechos, con un tatuaje, en el muslo izquierdo. El dibujo que no lograba ver, se iba acercando y alejándose, acercándose, alejándose. Yo, que iba por mi quinto o septo ron con cola, miraba aquella escena desdibujada. El hombre aquel que se reflejaba en el espejo de la barra, se parecía bastante a mí, no le sé. Le dije ¡Hola qué tal¡ y ni me contesto. De mientras, el muslo de aquella chica, ya estaba a mi altura y pude sentir una picazón, luego un sudor frio invadió mis entrañas y finalmente, vi un escorpión alejándose.
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Condenado invento de dominios expertos. No te quiero condenar, pero te condeno, a la hoguera de los expertos, que a mi si me quieren condenar. Malditos inventos. Autora: Jade. Bueno Morales
Estaba en la barra de un bar donde el local era poco más que pésimo. Las paredes de un color anaranjado, la luz de escasa intensidad. Pude ver al fondo de la barra un hombre, que a modo calculo, mediría 1,77cm y de músculos prominentes. Yo oía a la lejanía conversaciones, algunas típicas de amor. Observaba a las camareras nadar, entre cocteles y margaritas. Cuando de pronto salió a bailar una chica exuberante y de contoneados pechos, con un tatuaje, en el muslo izquierdo. El dibujo que no lograba ver, se iba acercando y alejándose, acercándose, alejándose. Yo, que iba por mi quinto o septo ron con cola, miraba aquella escena desdibujada. El hombre aquel que se reflejaba en el espejo de la barra, se parecía bastante a mí, no le sé. Le dije ¡Hola qué tal¡ y ni me contesto. De mientras, el muslo de aquella chica, ya estaba a mi altura y pude sentir una picazón, luego un sudor frio invadió mis entrañas y finalmente, vi un escorpión alejándose.
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Gracias por tus comentarios un abrazo muy grande Jade Bueno Morales