La cálida luna oscurecía, descendía y presentí la furia de mi amo y señor.
Entonces presentándose en mis aposentos me dijo _ ¿permites sin mayor recelo cada noche que tu sierva os proporcione libre albedrío con Satán? ¿Permitiendo en vuestra alcoba, esclavos? _Decirme señora y sierva hablar, ahora o el sol se convertirá en tinieblas_. Entonces de su boca retorcida, con palabras serenas exclamo: Toda roma dice que eras una buena Pomona de mis jardineros y hortelanos. Entonces me dijo: _No te importara que mi esclavo Aron esté presente en la festividad de la diosa Tellus, así podrás vestirte cual eres y tener más fama y yo presenciar, lo que injustamente no me otorgas en mi alcoba, sierva putus, no te parece. Y añadió: Julia verte en ese estatus me ha puesto muy caliente. Luego de decirme aquello su mirada, era lujuriosa y miro a mí esclava de ébano, _acércate le dijo. ¿Haces lo que tu dueña te pide?_ .Eres muy hermosa, cepillas el pelo de tu señora, ella asintió con, un sí. _Enséñame como lo haces. Mi hermosa esclava cogió mi cepillo de oro, y ante el espejo ella y yo nos miramos, no había salida ni para ella ni para mí. Cómplice mía le esboce con la mirada, nuestro dueño se acercó a nosotras. Oía el corazón de mi bella esclava Yucanba y el mí también._ ¿así las peinas? disculpa, yo te enseñare, has de darle con más brío. Acercándose detrás de nosotras, agarro fuertemente la mano de mi esclava y dándole fuertes cepilladas, violo a mi bella Yucanba, ella grito de dolor _ Por qué le grite, es virgen y esta prometida. _Ella no tiene culpa, soy yo quien se lo ordena_. Al terminar de decir esto, la degolló allí mismo sin piedad. Llamo a la guardia y he hizo poner guardianes en mi puerta. Entonces llego el día de la festividad, me hizo poner un tejido de seda blanco, que marcaba todo mi cuerpo hermoso, mis pechos duros, mis pezones ricos y grandes, mis voluptuosas nalgas. Me sentía flotar en el averno de las tinieblas. Antes de salir, me coloco una máscara de plumas blancas. Mi dueño hasta entonces me pareció horrible. Y esa noche quería culminarle, se lo hice saber y con rabia e indignación, me contesto._ No me tocaras jamás pero, tranquila serás tocada. Me arrastro del brazo hacia la salida. Dónde la guardia nos esperaba con el carro. Una vez dentro cubrió mi cara y ato mis manos a mi espalda _ ¿Qué haces no veo nada y mis manos, desátamelas? De eso se trata. Apretó mis manos con fuerza yo, sabía que debía de callar. Lleguemos al lugar. El olor a vino rancio vaporizo todos mis sentidos y por unos leves momentos sentí un ligero mareo. Mi dueño me soltó allí como el que suelta una vaca, en ese instante mi mareo aumento. Yo imagine que era por la fuerza de los nudos en mis manos, pero era un mareo de otra índole tenía ganas de reír y llorar
al mismo tiempo, aquella sensación ahorcaba mi cuerpo (era flor de adormidera). Entonces oí la voz de mi dueño_ Jardineros y hortelanos, os he traído un regalo. _Para que festejéis la fiesta, os pido que no le quitéis la máscara. Disfrutarla, antes que vosotros, nadie la disfruto, bebamos, por la diosa Tellus. Fui arrastrada por tres bárbaros y fornidos hombres yo, quería gritar, pero para entonces la droga recorría todo mi cuerpo. En la locura de aquel veneno, vi a mí hermosa esclava Yucanba y la llame, con el corazón, sentí sus labios de miel como cada noche, sentí su Venus, su quejido suspiro ante mi lengua, sentí sus pechos junto a los míos Yucanba era Aron y Aron era nuestro cómplice. Maldito seas exclame sin fuerzas. Aquellas bestias no tuvieron piedad de mí. Cuando todo acabo mi dueño, ya divertido por mi ultraje y tragedia, mando a su esclavo Aron que me quitara la máscara. Este al verme exclamo: es mi dueña, es la dueña. Entonces Aron cogió un cuchillo y quiso matar a su dueño, como venganza. Los guardias le mataron sin compasión. Antes de morir le exclamo a su dueño: loco su amada era Yucanba, yo no hice nada. Los jardineros y hortelanos comenzaron a rezar por sus tierras. Aunque una parte era de su amo. La otra les daba, para mal vivir y comer.
Una maldición se cernía sobre ellos y pedían perdón a la diosa Tellus. Yo fui degradada y abandonada, sin estatus, sin pertenencias. Y con el hijo de Aron en mi vientre, sé que es de él, en mi pensamiento, no puede caber otro nombre. Mi nueva dueña dice que nacerá pronto. Y que como tendré leche, seré una buena Pomona y tendré muchos clientes. Si entre ellos, si viniera mi antiguo dueño, vera lo buena Pomona que soy, y tendré mi afilada y dulce venganza.
Escrito por la autora<<<<<<. Autodidacta Jade.Bueno fotografías Jade.Bueno todos los derechos reservados
La autora jade BM