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sábado, 27 de mayo de 2023

Carta a un lago profundo

Carta a un lago profundo
  Querido lago de agua clara, de piedra caliza, profundo como el océano y caliente como el sol. Tu pelo de musgo sedoso y suave. Burbujeante niebla en la noche sosegada, oscuridad incierta de noches heladas, son tus jardines suntuosos, cuán verdes y floridos. Alegres cantares, en los árboles frondosos, se hacen el amor, los pajaritos, entre nido y nido, sus alegres armonías, llegan a mis oídos. El agua es caliente, sus burbujas emergen, como un mini volcán. Es absurdo creer que vas a renacer, cuando ya casi estás muerta, muerta de dolor y de rabia. Algún día se sabrá toda la verdad y la verdad causará asombro y paz al mismo tiempo. Ese lago profundo de pliegues transparentes, que traspasa las nubes. Flores, flores blancas y amarillas, en un mantillo, verde azulado, de alegre pestañeo. Son tus aguas termales tan mansas como la feliz primavera, en un lento espejismo, brillan, brillan las luciérnagas.
 Estas hay tan vivo  

viernes, 12 de mayo de 2023

Ecos

Yo he vivido mi vida exprimiendo las hojas de los árboles y ahora que llego a la vejez, nada me espanta. Muros de almendros sin risas, misas sin curas, misiva sin dueño. Nidos de palomas, lloran los polluelos, comedor lleno. Secta blanca, gorros de piscina, tiemblan de frío las almas. Remojo los pies en una pira helada y otra caliente, llena de burbujas. Los cuerpos van lentos, escucho al colorín, en cada paso, un enjambre de abejas, cruza el río. Un lento pulso es, la naturaleza, la luna es una luz, en el agua. Fuente caliente del manantial, cascada, dentro del edificio frío. Movimientos espasmódicos, en el agua, a todo pulmón, tocó fondo, los peces se comen mis pieles, por debajo, siento el lago que ruge. Cientos de caracolillos negros adheridos a la piedra, un verde musgo emerge como un fantasma oronímico. Fluye, fluye como paz blanca, sin sonido, el sordo sonido del agua cayendo. Ya llegando, ya fluyendo la lluvia diminuta, ecos en las montañas, estremeció ver la magnitud, de un bosque negro de ceniza. Ya danzantes van, maltrechos cuerpos deformes, jugando, juegan a la gallinita ciega, el sol se esconde y en el horizonte, grandes nubes grises. Furiosa firmeza tambaleante