La charca

Poemas de Jade Bueno Morales

"La charca"

 No cambié o no entendí lo entendible, del brazo armado en alto, de la  cuchara medio llena. 

Acostumbrada a tus silencios, comencé a perder el norte, a llenar los espacios vacíos, a confundir la noche con el día. 

Una pila de papeles se amontonaron, en el cajón, esperando ser basura, los miré y me dije: va otro día. Solo deja pasar los días. 

Estoy armada, con una paciencia infinita y le río la gracia a las pullas, que me tiras. 

Un robot mecánico limpia los cristales, que de otra forma no podría limpiar. Mi esqueleto no aguantó tu látigo. 

Una mosca cajonera vuela desorientada, el piso de una hipoteca variable y ahí estoy yo, debatiendo, sobre un comienzo, que nunca debió ser.

La charca es más profunda ahora y no dejo de pensar, en sí me ahogaré. 

Escucho los acelerados latidos de mi corazón, cada latido es un pensamiento negativo. 

Porque no se muere esto que siento, las columnas no se sostienen. En tu tumba no habrá flores y nadie te recordará, en un bonito recuerdo. 

Jade Bueno Morales

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La tensión

Poemas de Jade Bueno Morales

La tensión

La tensión de milímetros de piel ubicada en un hilo fino, millones de pelos erizados, como banderas ondeando el viento. 

La tensión zarceando las horas previas a un parto inminente, 

decayendo y sin espacios infinitos,

la materia orgánica. 

La tensión ante el disparo de la vida,

 con forja de residuos peligrosos,  como pájaro que mata.

La tensión de la herida, con puntos de Cruz, sin la realidad de la conciencia.

 

La tensión de la huella, cuchillas encendidas absortas al pensamiento, ave a punto de morir. Poco a poco está tomando forma la tensión. Se abre el telón 

y agazapados salen los monstruos. 

Jade Bueno Morales 

A mi padre

Poemas de Jade Bueno Morales a mi padre 

 La vida es como un coma profundo, de continuo espacio vacío, para la paz, donde dejarse llevar y no pensar absolutamente en nada. 

 La nada es ese minuto donde sin quererlo dejas de existir, pero no importa, porque nada importo antes de la nada.

 Los colores del cielo iban pasando de azules a intensos anaranjados y desde el coche puede sentir como todo un mundo de colores pasaba muy rápidamente a través de mis ojos, es algo como flashes que se van registrando, en tu retina para crear un maravilloso y nuevo recuerdo. Recuerdo tu sonrisa, tu risa prolongada, después de una buena conversación. Llega la Navidad.

 La Navidad es la época que más odio, porque no estás entre nosotros, aunque siempre te recordamos, en la mesa y a veces si cierro los ojos con la suficiente fuerza, puedo verte con nosotros, pero tan solo es un espejismo, un sueño imposible, siempre te tengo en mi corazón. ¿Esos cielos tan hermosos, a donde irán cuando se van? ¿Esas praderas que ya no ven mis ojos, hay seguirán? ¿Y los árboles y las flores?, solo sé que si cierro con fuerza los ojos, puedo verte con nosotros, aunque tan solo sea un espejismo. 

El alma, dicen, puede elegir estar entre nosotros, en distintas formas. 

¿Las lágrimas a donde irán una vez derramadas? 

La vida es un enigma, lleno de matices, unas veces llegan con colores vivos y otras de un gris intenso. 

 Mi recuerdo más hermoso, supera a tu partida, pero te fuiste tan pronto, padre. 

Jade Bueno Morales

Ámame

Ámame cuál bestia en prados salvajes, cuál mar embravecido.

 Ámame sin miedo de lo que soy, del misterio que guardan mis entrañas. 

Ámame sin saber cuanto nos durará la pasión que nos ciega.

Ámame, quisiera mentirte, decirte

que soy de todo menos un gran enigma sin resolver.

Ámame con la fuerza de la primera vez y comienza, otra vez. 

Ámame intensamente y con rabia odia la entrega de mi amor, que solamente yo te haré sentir

Ámame y grita, grita esto tan grande que te hago sentir.

Jade Bueno Morales 

La sombra de lo que fui

La sombra de lo que fui, que lejos está de mí, aquella bailarina, que bailaba, dando tumbos sin parar, ya no está aquí. 

Poco a poco me desintegró, como una polilla, en un armario. Soy como esas ruidosas mosquitas de la fruta, me alimento de un débil cariño.

Siento como mi cuerpo sé centrífuga y se encoge, más mi corazón, es pura arena. 

Una arena blanca del desierto, más profundo, los días blancos se desvanecieron, cubriéndose de un manto negro. 

Negro cuervo vuela como pájaro. 

 

¿Dónde están los danzarines? 

Danzar, danzar malditos, hasta que el fuego de vuestros corazones se haya apagado. Danzar contra las mareas más altas y misteriosas, más yo lo haré en círculos. 

Para alcanzar la cima de la montaña más alta y vencerme al sueño.

Merece la pena sangrar, sangrar hasta la muerte, sangrar hasta que se me seque la herida y no mirar atrás, de la sombra de lo que fui. 

Sin título S

Poemas de Jade Bueno Morales

Todo importa hasta que deja de importar, porque ya has sufrido lo suficiente, ya es tiempo de pensar en ti. Las vasijas se rompen y no puedes hacer nada, solo esperar. Tengo una caja de recuerdos, almacenados en mi cerebro, todos desordenados, de estos huyó. Quiero olvidarme. Sin ningún propósito estoy. La ropa está sin recoger, los lápices, sin punta, guardados, están. Las lágrimas caen como naipes afuera hace un frío helado, rezo para que nada me importe y, sin embargo, todo es importante. Una fina capa de polvo se levantó, en el piso, una hilera de sillas amontonadas irguieron, haciendo un castillo. Quisiera esconderme, ser invisible, ser nada de entre la nada, como niebla espesa y cálida. Huir, perderme sin rumbo, a un valle frondoso, huir y gritar como nunca. La lluvia comenzó a caer y en el bao de la ventana dibujé una sonrisa falsa. No. No a esta honda pena que me invade, no a esta nostalgia, que me atormenta, no quiero pensar más, nadie nace enseñado.

Somos prisioneros de nuestro propio destino, calle y ahora mismo, voy sin tino. Cuán grande es el camino, de espinas, cuántos pasos hay que dejar atrás, cuantas huellas en la zanja.

Todo se paraliza, tu bello rostro, se desdibuja y el aire se hace irrespirable. Como una cometa, en el aire y ahora a donde voy, a donde mirar, si me he perdido.

Otra vez ese ruido en mi oído, son pájaros sin alzar el vuelo, pájaros negros, diminutos pájaros picoteando, en el nido.

Poemas de Jade Bueno Morales