Hola a todos hacia mucho tiempo, que no publicaba nada por aquí, os traigo un poema, inspirado en el libro, que os dejo por aquí y que recomiendo leer encarecidamente. Gracias por leer mis poemas, no plagies, eso no está bien, gracias
El Negocio de la muerte
Hablando de la vida y de la muerte se me fue el tiempo, tiempo robado a mí corazón, ¿Cómo será la muerte? ¿Cómo será recibirla? ¿ Qué me encontraré, al otro lado? ¿Veré a mí padre? Mí madre me mira y me dice: solo quiero una hora corta. Los almendros de mientras han florecido. Arden en silencio, mis labios, que se asoman a las muecas del olvido. Déjame verter en tu boca, el sabor de la esperanza. Cuantos muertos, en el mar y en el desierto, cuantos pajarillos, que nunca volverán a sus nidos. Cuántas caricias, en cuerpos que nunca se quedaron. Un mal trago, un mal recuerdo, como una punzada, en el corazón, gritos en el silencio, ante la vergüenza. Un hilo de sangre, por el desagüe. Sin libertad, ultrajados, encadenados y esclavos, del tiempo perdido.
La muerte es un gran negocio, que no espera, para nadie.
La muerte es dolorosa, para los que nos quedamos y dulce para los que se van.
La muerte es una tragicomedia, llega cuando menos te lo esperas. La muerte no espera a nadie y cuando llega, llega sin más. A veces me pregunto, como es ése misterio, si hay algo o alguien esperándonos, en el más allá y si es cierto, que los pecados se pagan. Cuando el cielo se esconde sé esconde el sol, cuando llega un nuevo día, sale y para aquellos que se van, ya no está. Dejamos de ser sin más, nos convertimos en polvo del desierto, alimentando la tierra.
Cuando yo me vaya, no quiero lágrimas, ni tampoco entierro, quiero ser ceniza en el viento, poema, en el agua. Quiero ser un soneto, en tu alma, un recuerdo de abrigo, una sonrisa, en tú boca. Cuando yo me vaya, el tiempo seguirá siendo tiempo, si me recuerdas, siempre estaré (pero quién recordara a todos aquellos niños, que ni nombre, ni fecha de nacimiento tienen) todo está tan normalizado, que duele, sin más, van pasando los días, donde la muerte sigue siendo un teatro, en una hora, no habrá ningún lamentó, en este supermercado de la muerte, ningún contador contando, hay diferentes muertos sin ningún ramo, ni rastro. La muerte no es para todos igual, algunos no tienen tumbas, a las que ir a llorar. Algunos lo consiguen, desafiando a las mafias y se quedan, para florecer, contando, en el tiempo.
Jade Bueno Morales
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Gracias por tus comentarios un abrazo muy grande Jade Bueno Morales